Comienza el mes de septiembre, mes muy especial para todos los utreranos. Va a ser un mes de septiembre atípico, porque no veremos las casetas montadas, no oleremos a albero levantado ni pasearemos entre el bullicio de la gente por el recinto ferial.
Aun así, el Santuario de Consolación seguirá siendo en estos días señalados en rojo en el calendario el centro de todos los utreranos. Consolación se convierte en un punto de encuentro para volver a encontrarse con "la del barquito en la mano" y así llenarse de consuelo.
La novena en honor a la patrona de Utrera continúa celebrándose con normalidad desde el pasado 30 de agosto, aunque ha tenido que adaptarse a estas circunstancias excepcionales. La Virgen de Consolación luce en su recién retablo restaurado ataviada de Reina, sobre la peana confeccionada para sus besamanos. Porta el barquito de oro y cristal de roca en su mano derecha, el manto de la Coronación y la corona que el pueblo de Utrera le impuso sobre sus sienes hace 56 años. También luce la medalla de la ciudad en su saya, así como diversas joyas y alhajas. Para esta ocasión se ha recuperado su centenaria ráfaga de plata.