La Hermandad de los Aceituneros ha celebrado la pasada semana los cultos anuales en honor a su titular mariana, María Santísima de la Paz, culminando con la Solemne Función en el día de su festividad.
Este año los cultos han sido diferentes pero también especiales, ya que la hermandad ha decidido unificar en la misma semana el triduo y la Función con el besamanos, sustituido por un acto reverencial. Por ello la Santísima Virgen ha presidido el presbiterio de la parroquia de Santa María, cerca de los fieles y expuesta para su veneración, prescindiendo así del aparatoso montaje de cultos que suele instalarse para sus titulares.
La priostía de la hermandad ha realizado un sencillo montaje donde la Realeza de la Virgen es la estética predominante, colocando la Corona de altar cedida por la hermandad Sacramental del Redentor Cautivo. La Virgen luce terno blanco y el fajín del general de brigada del Ejército del Aire D. Carlos de Ysasi-Ysasmendi Krauel, que le fuera impuesto durante los cultos del año pasado. Destacan ciertos matices de iconografía inmaculista, como la media luna a sus pies, las azucenas y los ángeles orantes que se encuentran habitualmente en la capilla de la Virgen del Rosario de la parroquia de Santiago.
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