La hermandad del Rocío ha celebrado los cultos en honor a su bendito simpecado en la semana en la que hubieran peregrinado hacia la aldea almonteña. Los cultos comenzaron el pasado martes en su sede habitual con un acto simbólico para trasladar el simpecado al altar mayor.
En palabras de la corporación rociera, la composición del altar de cultos de este año «está basada en traer la campiña a la parroquia de San José. Sobre fondo de madera, obra de D. Juan Montoro Espino, con ayuda e idea de nuestro prioste, Enrrikerrincon Vazzkez, se ha pintado una vista de Utrera que es la que contemplamos por el camino de "la potejona" cuando venimos de vuelta de encontrarnos con la Señora. Todo rodeado de los frutos de la misma campiña, girasoles, trigo, Olivos y uvas. Las flores que componen el Altar son la misma variedad que las plasmadas en el fondo. Entre ellas, el eucalipto y ramas de olivo, recolectadas en el cortijo de “El Cántaro” y de la Hacienda de “Bujalmoro”, respectivamente. Lugares emblemáticos de nuestro paso».