Lo que podemos
evidenciar en hipótesis, es que a partir de 1589, año en el que se une la
Vera-Cruz con la hermandad de la Santa Columna, el crucificado comienza a decaer
en devoción y años mas tarde será el Cristo Atado a la Columna quien reúna en él
la devoción cristífera de la hermandad. Sea como fuere, hasta nuestros días ha
llegado una bonita y curiosa imagen de un Cristo crucificado, del que sabemos
poco.
Esta imagen, puede verse en ocasiones en el altar que ocupa actualmente el
Señor Atado a la Columna cuando en sus cultos ocupa el lugar central de la
capilla. Durante el resto del año, la imagen del crucificado se encuentra en la
sala de hermanos, lugar de reunión de la Junta de Gobierno. Pero, ¿qué podemos
saber de esta imagen?, pues aquí va un apunte que puede orientarnos pero que
simplemente supone un acercamiento y que necesita un estudio mucho más a fondo.
El cristo de los Afligidos, es una talla anónima de estilo gótico tardío, casi
cercano al barroco sevillano en sus comienzos. Esto es cercano a la fecha de
principios del siglo XVI. Sus rasgos fisiológicos y técnicos hacen que estemos
hablando de una obra cercana al círculo de un escultor conocido en la Sevilla
moderna, como puede ser Jorge Fernández “Alemán”. De Jorge Fernández “Alemán”
sabemos que terminó de crear el hermoso retablo mayor de la catedral de Sevilla,
de un sublime valor artístico.
Si usamos el procedimiento comparativo, podemos
evidenciar el gran parecido que tiene nuestro crucificado a otros que también
son atribuidos a dicho escultor, o que directamente son obras reconocidas de él.
Algunas de estas atribuciones son realizadas por el historiador de la
Universidad de Sevilla, José Roda Peña, de reconocido prestigio. Nuestro crucificado
tiene gran parecido con obras de Jorge Fernández como el Cristo crucificado de
la parroquia de la Oliva de Lebrija, el Cristo de la Amargura de Carmona o el
Cristo de la Antigua, de Espera (Cádiz).
Pero si queremos ver realmente un mayor
parecido, debemos de fijarnos en el Cristo crucificado que se conserva en el
Monasterio de Santa María de Jesús de Sevilla. El parecido con esta imagen es
soberbio y asombra. Ambas imágenes tienen una talla muy similar, rondando los
140 cm de alto. Además, la rigidez de sus piernas y brazos, la posición de sus
manos agarradas a los clavos y sobre todo, la posición ladeada de la cabeza
hacen posible que hablemos de una probable atribución de nuestro Crucificado con
este valioso autor.
Otro punto a destacar es la forma en la que están esculpidas
las coronas de espinas, sobre la cabeza de la imagen casi con una ejecución
calcada. Es sorprendente, además, que este crucificado del monasterio de Santa
María de Jesús, presenta problemas a restaurar en las mismas zonas que nuestro
Cristo de los Afligidos como se ve en los ensambles de los brazos, observándose
grietas. Así pues, aquí queda el pequeño apunte sobre este cristo en el que
merece la pena detenerse y estudiar su posible atribución a dicho autor, aunque
como digo, esto merece mucho más tiempo y estudio.
De cualquier forma, este ha
sido un breve apunte que puede dar luz a la olvidada talla de Cristo crucificado
que tenemos en nuestra querida hermandad.
Cristo de los Afligidos de la Hermandad de la Vera+Cruz de Utrera. Actualmente ubicado en la sala de juntas de la Hermandad. |
Crucificado que se conserva en el Monasterio de Santa María de Jesús de Sevilla, con grandes y evidentes parecidos al Cristo de los Afligidos de la Vera+Cruz. |